Misplaced Ruins por Gilda Mantilla y Raimond Chaves, nos invita a explorar sus distintos componentes, a dialogar con sus elementos, para mediar y traducir entre nuestros códigos diferentes, referentes y proyecciones. Misplaced Ruins revela la fragilidad de nuestro sentido de lo que tenemos en común, y la dimensión conflictiva de lo que creemos es reconociblemente “nuestro”.

En ese sentido, Misplaced Ruins involucra el intercambio cultural y los problemas detrás de la legibilidad de los emblemas culturales. Los artistas tocan en los procesos de intercambio cultural inherente a nuestra condición actual, que se refiere a la movilidad internacional, o incluso la experiencia de social, cultural y lingüística "Pertenecer". El lanzamiento del Pabellón de Perú alude a la historia del Perú y su presente: la arquitectura precolombina, la expansión urbana, el periodismo sensacionalista, economía sumergida, la precariedad, los acontecimientos de la historia reciente, la música tradicional, el paisaje costero, las carreteras de la cartelera plagada, e incluso las condiciones climáticas locales ( los cielos generalmente nublados de Lima).

Plantea cuestiones relativas a las ideas de las delegaciones oficiales, embajadores nacionales y representación cultural. Mantilla y Chaves abordan críticamente un sentido de que la inquietud: las dimensiones conflictivas del pensamiento, el sentimiento y la imaginación la común. Las tensiones entre el presente y el pasado (y la definición de sus marcadores) dan forma a nuestra noción de mundo y de nuestro lugar en él. La ruina es uno de aquellos marcadores ambiguos, cuyo estatus y ubicación temporal están en constante cambio: desde las ruinas arqueológicas, cuyo pasado es reclamado por las políticas del turismo, pasando por las ruinas políticas y económicas del presente, criticadas en diferentes partes del mundo, hasta la ruina ecológica futura y global, alertada por los estudios del cambio climático. También hace referencia a la experiencia de “pertenencia” social, cultural y lingüística, construida sobre traducciones y negociaciones locales, regionales e internacionales.

Cualquier referencia a la tradición debe tener en cuenta los aparatos-turismo, medios de comunicación, la diplomacia y las industrias de la cultura que tratan de encerrar y reclamar sus formas por sus esfuerzos de marca. Sin embargo, estas referencias aparecen según la traducción de los artistas. Materialidad (junto a sus procesos de producción y las implicaciones sociales), escaleras, síntesis formal y contextualización. Estas referencias se convierten en referencias ambiguas que las lecturas alternas de crianza y desencadenar asociaciones en conflicto. Por lo tanto, Gilda Mantilla y Raimond Chaves sugieren que lo que diferentes grupos de personas podrían considerar "su own'-cultura, historia, tradiciones, siempre en un lugar de lucha. También que "malinterpretemos" creativamente sus referencias, independientemente de nuestra familiaridad con ellos, lo que se está planteado es la idea de que los diferentes grupos de personas podrían considerarlo "propios" (cultura, historia, tradiciones, etc.).

Max Hernández-Calvo
Curador